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Colombia

Unidos en defensa de los manglares

Por: 
Anna Bednik, traducción : Cecilia Franco

Mangrove en ColombieMangrove en ColombieSobre los bordes del río Muisne, los dédalos de mangles rojos y el intrincamiento de sus raíces aéreas aún albergan cangrejos y variedad de conchas. Pero la cobertura vegetal ocupa sólo una franja muy estrecha, desgarrada en ciertas áreas. Atrás, extensiones lisas de piscinas de camarón y el ruido de las máquinas que bombea el agua del río. 5, 10, 20, 50 hectáreas, son unas "pequeñas y medianas" propiedades (las "grandes" son de hasta 2000 hectáreas). Hoy en día es difícil seguir viviendo del manglar en Muisne, pequeña isla del Pacífico ecuatoriano (Esmeraldas).

En Ecuador, desde la llegada de la industria camaronera en 1967, el 70 por ciento de los manglares ha sido destruido [1]. "Como lo hacen las empresas mineras y petroleras, las camaroneras nos prometieron empleos", cuenta Líder Góngora, presidente de la C-Condem (Coordinación Nacional para la Defensa del Ecosistema de los Manglares). "Ciertamente, al principio, traen trabajo: el de cortar los mangles. Después, es otra historia".

Los manglares son considerados por la legislación ecuatoriana como un "bien nacional de utilización pública" y su deforestación es ilegal... lo que no impide la instalación masiva de criaderos de camarón, administrados tanto por particulares como por empresas nacionales y extranjeras. En 20 años, la industria camaronera se ha extendido progresivamente sobre toda la costa ecuatoriana. A Muisne llegó en 1987, al mismo tiempo que (o a causa de) la carretera.

Impactos de la mineria por aluvión en el Rio Dagua

Rio Dagua, Buenaventura (Colombia)Rio Dagua, Buenaventura (Colombia)Colombia - 20/03/2010. Esto es lo queda del río Dagua en Saragoza, hasta hace unos años un tranquilo asentamiento de comunidades negras, ubicado en la via al mar entre Cali y Buenaventura, un paso obligado para todas las personas que entran y salen de Buenaventura (Colombia). Las fotos nos muestran las consecuencias de la explotación del oro por aluvión.

Saragoza se ve asediado de cientos de foráneos y traficantes que imponen su mando mediante amenazas y que solo dejan a la comunidad local el cascajo y la miseria acabando con sus cultivos y viviendas. Los mineros artesanales de la comunidad han sido desplazados y solo tienen un espacio cuando las maquinas paran la extracción. Se supo de varios asesinatos, entre los cuales el de una mujer de la comunidad negra de Saragoza que fue asesinada delante de todos por la espalda por haber protestado que las retroexcavadoras pongan en peligro su casa. Las autoridades judiciales y ambientales no se pronuncian en este caso que según dicen esta "regulado" por paramilitares y donde, también dicen, familiares de funcionarios y altos mandos de la administración municipal tiene maquinaria trabajando. Lo cierto y comprobable es que del río queda poco y río abajo el daño ambiental a las comunidades negras es grave.

Fuente: Conflictos Mineros

Pulso por Bahía Málaga

Bahia Malaga ColombiaBahia Malaga ColombiaEl Pacífico colombiano, siempre tan olvidado, es nuevamente centro de atención y controversia a la vez. Una de las bahías más hermosas de la región, Bahía Málaga, conocida por la importancia de su paisaje y por reunir una gran variedad de ecosistemas continentales, insulares, marinos y fluviales, representativos del litoral Pacífico, se debate entre ser declarado como una nueva Área Marina Protegida o servir para la construcción de un puerto de aguas profundas que permita la llegada de buques de gran calado.

Amazonia: los pueblos indígenas defienden sus derechos

La COICA [1] trabaja para concientizar y movilizar la sociedad civil, alertándola sobre las políticas y los proyectos que podrían tener consecuencias nefastas para los pueblos indígenas de la Amazonia y en su medio ambiente. « En la Amazonia, el hecho de tener petróleo, minerales y agua es fuente de problemas. Tenemos demasiados recursos naturales que interesan a las empresas multinacionales», explica Jorge Gabriel Furagaro, presidente de la OPIAC, organización miembro de la COICA.
 
Hoy en día, la región amazónica debe enfrentarse con una amenaza sin precedentes: la IIRSA, Iniciativa de Integración de la Infraestructura Regional de América del Sur, un gigantesco programa que abarca 507 proyectos de construcción de infraestructuras - carreteras, puentes, vías fluviales, conexiones energéticas y de comunicación - concentradas en su mayoría en las zonas tropicales y andinas.

Junto con otras organizaciones indígenas de Abya Yala (América), la COICA lanza una gran campaña de sensibilización y movilización contra la IIRSA. Para las organizaciones indígenas, estos proyectos no ayudan a las poblaciones locales ni a su producción comunitaria, sino que refuerzan el rol de proveedores de materias primas de los países suramericanos, solo benefician a las grandes industrias internacionales y convierten a sus regiones en zonas de tránsito de mercancías, dañando los territorios indígenas y acelerando la destrucción del ecosistema amazónico. Las organizaciones exigen transparencia y respecto del derecho a la consulta, así como que se tomen en consideración las formas de "desarrollo" propias de los pueblos indígenas, y el principio del "Buen Vivir" en que se basan, como alternativas legítimas al modelo occidental.