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Artículos de prensa

Carta de Luis Sepulveda a Sebastian Pinera

nid%3D589%7Ctitle%3D%7Cdesc%3D%7Clink%3DnodeExcelentísimo señor 
Don Sebastián Piñera. 
Presidente de la República de Chile 
Palacio de La Moneda 
Santiago de Chile.


Ciudadano Presidente: soy un escritor nacido en Chile y un profundo conocedor de La Patagonia y la Tierra del Fuego. En muchos de mis libros traducidos a un gran número de idiomas está presente la vida, gentes y sueños de esa región austral que amo y defiendo con el mismo sano y pacífico tesón que sus habitantes.

Hace muy pocos años desde las mismas oficinas en las que hoy usted ejerce la función de gobierno, y desde la elegante frialdad de algunos bancos, se intentó perpetrar un crimen medioambiental contra la Patagonia, específicamente contra la región de Aysén. Una empresa llamada Noranda, con domicilio postal en Canadá y domicilio fiscal en el paraíso tributario de las Islas Caimán, valiéndose de la odiosa Ley de Aguas chilena, una de las más liberales del planeta, pretendía bloquear, detener su curso, matar, tres ríos que desembocan en el Gran Fiordo de Aysén, para construir tres centrales hidroeléctricas que darían energía a una fábrica de aluminio, una de las industrias más contaminantes, y a un puerto destinado a recibir la bauxita y otros minerales. La oposición de los habitantes de Aysén fue muy decidida. Desde la seriedad de un proyecto económico, social y cultural alternativo llamado “Aysén Proyecto de Vida”, los aproximadamente cuarenta mil habitantes de Puerto Aysén, Puerto Chacabuco, Coyhaique y otros poblados que con ese crimen de “emprendedores” verían seriamente afectada su vida, su cultura y sus esperanzas, su presente y su futuro, fueron injustamente ofendidos por el Ministro de Economía de entonces, don Sergio Rodríguez Grossi, quien aseguró que, en términos macroeconómicos cuarenta
mil seres humanos eran “nadie”.

Francia. “No gasarán”: crece la movilización en contra de los gases de esquisto (shale gas)

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Más de 15 000 personas manifestaron el 26 de febrero en Villeneuve de Berg (Ardèche, Francia).

La movilización en contra de la explotación de gas de esquisto (shale gas) se intensifica, y la resistencia se está organizando: acciones no- violentas, demandas judiciales para cancelar los permisos de exploración, acampadas en los sitios potencialmente afectados y una gran concentración ciudadana están en marcha. Con un objetivo: más allá de los problemas ligados a la potencial exploración de gas y petróleo de esquisto, provocar un debate sobre el porvenir energético de nuestras sociedades.

“El 12 de enero estábamos 20, hoy estamos 20 000 en Villeneuve-de-Berg !” dice Jean-Louis Chopy, portavoz del colectivo de Ardèche en contra de los gases de esquisto. Apenas dos meses después de las primeras reuniones de información, una impresionante masa de gente se ha desplazado el 26 de febrero para la primera manifestación nacional. Ni en el sur de Ardèche, ni en otra parte. “No gasaran”, “No vale la pena esquistir”, “Sarko-shiste (esquisto), apártate!”, “Que bella es mi montaña sin gases de esquisto” son unos de los eslóganes gritados durante esta concentración.