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« El proyecto del TAV es la principal amenaza para el medio ambiente de la región Euskal Herria » explica Carlos Alonso, « sus impactos sociales, económicos y territoriales son igualmente inaceptables ».
Este proyecto gigantesco (560 kilómetros de líneas de alta velocidad) debe reunir las capitales vascas y las redes europeas, sin favorecer a las pequeñas y medianas municipalidades por las cuales pasará.
Sin embargo, son estas municipalidades, así como las áreas rurales que se encuentran junto al trazado, que pagarán las consecuencias : desplazamiento de grandes cantidades de tierra durante la construcción de las vías y de los túneles, destrucción de las tierras agrícolas y forestales, impactos para el paisaje y los espacios naturales, explotación acelerada de las canteras existentes y aberturas de nuevas canteras para abastecer el hormigón necesario a las obras, consecuencias graves para los sistemas hídricos subterráneos y los ecosistemas fluviales, ruido ambiental...
La inversión para el proyecto del TAV se estima a 4,2 mil millones de euros y podría alcanzar 6 mil millones, equivalente a 54 años de presupuesto del Ministerio vasco del medio ambiente! Paralelamente, se descuidan las redes ferroviarias de las municipalidades de la región.
Ante la ausencia de información pública y la falta de respeto para las instituciones municipales y las poblaciones afectadas, el movimiento ecologista vasco, del cual forma parte la Ekologistak Martxan (confederación de asociaciones ecologistas), se moviliza para denunciar estos hechos y defender un modelo de transporte duradero y democrático, que cohesione la sociedad y el territorio. Primero se trató de reagrupar a la sociedad civil - sindicatos, movimientos sociales y grupos ecologistas, partidos políticos, personas afectadas por el proyecto - y a las autoridades locales dentro de la AHT gelditu ! Elkarlana, plataforma social creada en 2001 para coordinar la oposición al proyecto del TAV. Su resistencia pasará por acciones « públicas, directas y no violentas ». Un primer objetivo: informar. Juntos, AHT gelditu ! y Ekologistak Martxan van a realizar grandes campañas de concientización sobre los impactos del proyecto. Denuncian el proyecto ante las instituciones, exigiendo la interrupción de las obras y la apertura de un amplio proceso de información, debate y participación social. El movimiento también organiza votaciones populares y, ante el no reconocimiento de los resultados de éstas, multiplica acciones de « desobediencia civil pacífica »: manifestaciones en las cercanías de las obras, sentadas en las plataformas, ocupación simbólica de las oficinas, etc.
Por estas acciones, las fuerzas del orden público reprimen con violencia a los miembros del movimiento, y, con el pretexto de sus supuestos vínculos con ETA, la legislación antiterrorista es aplicada contra ellos. Los ecologistas, que se oponen a toda acción violenta y armada, denuncian la criminalización del movimiento y su sistemática represión "mediática, policial y judicial".
Resumen de la ponencia de Carlos Alonso e Iñaki Barcena Hinojal, kologistak Martxan (Ecologistas en Acción) et AHT gelditu ! Elkarlana, Euskal Herria (País Vasco), Estado Español
Extracto de la relatoría del taller "Movimientos socio-ambientales en América latina y Europa: convergencia de las luchas e intercambios de experiencias" organizado por France Amérique Latine (FAL) en el Foro Social Mundial de Belém, el 29 de enero 2009
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