La empresa Monsanto en connivencia con autoridades nacionales, provinciales y locales, idearon la instalación de la planta de maíz transgénico más grande del mundo de la empresa en la localidad de Malvinas Argentinas, provincia de Córdoba
El anuncio fue televisivo y realizado por la misma presidenta Cristina Fernández en el Consejo de las Américas en New York, el 15 de junio de 2012. Sin realizar estudio de impacto ambiental previo, ni dar lugar a la participación ciudadana, el proyecto inició la construcción sin respetar la Ley General de Ambiente que instituye como obligatorios ambos procedimientos. En este marco de ilegalidad y también de reconocimiento de las graves consecuencias para la salud pública y la biodiversidad que tiene el modelo de transgénicos y agrotóxicos (enfermedades agudas y crónicas, desmontes, desalojos de campesinos e indígenas, contaminación del agua, el suelo y el aire, presencia de agrotóxicos en sangre de niños), vecinos y ciudadanos del país organizaron una tenaz resistencia a la realización del proyecto en defensa de la vida.
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