Entre agosto 2008 y junio 2009, un largo levantamiento sacudió la Amazonía peruana. Miles de habitantes, “indígenas” y “mestizos” de la región, dejaron sus casas por largos periodos de tiempo y establecieron campamentos, para bloquear de noche y de día carreteras, estaciones de petróleo y gas, hidroeléctricas. Una tenaz resistencia a la avanzada destructora del capitalismo mundial.
La Amazonía, inmenso continente verde con una impresionante concentración de seres vivientes, no es el paraíso exótico e incontaminado que venden las agencias de viajes. Con el fin de entender mejor la situación actual, vamos a rastrear rápidamente algunos pasajes de la historia moderna de la Amazonía peruana, que presenta ciertas características comunes con las regiones selváticas de los otros países suramericanos.
A inicios del siglo XX fue la época de la “fiebre del caucho” en el Perú, el boom de la extracción de la goma natural destinada a las industrias europeas y norteamericanas, para fabricar máquinas y carros. La economía del caucho instauró un asombroso sistema de terror en la Amazonía, cuyos pilares fueron la esclavitud y la tortura de millares de trabajadores indígenas.