En julio del 2010, el reconocimiento de parte de las Naciones Unidas del acceso al agua para todos y todas como un derecho humano fundamental constituyó una ratificación histórica para las luchas realizadas, desde hace años, por los movimientos sociales, los ciudadanos, los pueblos autóctonos, los responsables electos, a nivel mundial.
En julio del 2010, el reconocimiento de parte de las Naciones Unidas del acceso al agua para todos y todas como un derecho humano fundamental constituyó una ratificación histórica para las luchas realizadas, desde hace años, por los movimientos sociales, los ciudadanos, los pueblos autóctonos, los responsables electos, a nivel mundial.